Autores: Jason Aaron, Ron Garney y Yanick Paquette
De que va:
En las selvas de Colombia, la gente está muriendo. Pueblos enteros están siendo masacrados por un grupo de soldados que se mueve a través de las sombras, como si de fantasmas se tratara. En las calles de San Francisco, Logan encuentra unos viejos archivos del Programa Arma X acerca de la creación de supersoldados dotados como él de huesos de Adamántium. Alguien está construyendo de nuevo la perfecta máquina de matar. Ha llegado la hora de que Logan intervenga.
Y también: Bienvenido al Psiquiátrico Dunwich, donde sólo el personal médico es más extraño que los internos. El último paciente en ingresar es un hombre sin nombre, un alma confusa que no recuerda quién es ni de dónde viene. Sólo tiene vagos recuerdos de haber vivido en compañía de lobeznos, de viajar a la luna y de matar a mucha, mucha gente. Por suerte para él, le han llevado al sitio adecuado. El Dr. Rot sabe cómo reparar su cerebro. (Fuente: Panini Comics)
RESEÑA:
Un par de historias con Lobezno en estado puro y salvaje, y para alejado del aspecto más centrado (y porqué no decirlo, más maduro) que tiene en la serie de Lobezno y la Patrulla X. Ambas enmarcadas dentro de las aventuras de los X-Men por San Francisco.
La primera, Los Hombres de Adamantium, Logan es llevado hasta Colombia donde se encontrara con un ejercito de supersoldados creados a partir del programa que convirtió a Logan en lo que es: una maquina de matar. Realmente esta historia es acción pura y dura, y tal vez llena de violencia gratuita ya prácticamente se basa en eso. Pero creo que de alguna manera está bien llevada, ya que combina la historia personal de Lobezno en detalles como cuando reflexiona acerca de lo que le hicieron en el proyecto Arma X (de hecho la historia gira entorno a un grupo que quiere retomar el proyecto para crear supersoldados), sus miedos y su relación con la Patrulla X y en general con Charles Xavier.
La segunda historia: Bienvenido al Psiquiátrico Dunwich, esta más cerca de las historias de terror al estilo de American Horror Story o de las películas más gore, ya que a la carga psicológica que imprime a la historia va a partes iguales con la cantidad de sangre que se derrama por viñeta. La trama se centra en una investigación que lleva Lobezno, como parte de un reportaje de su novia periodista, sobre unas desapariciones de personas y cuerpos encontrados descuartizados. A partir de ahí vemos a Logan descender a los infiernos: donde se mezclan las pesadillas, con recuerdos dudosos y la realidad.
Como extra incluye un one-shot, Solo queremos el mundo y todo lo que contiene, donde Lobezno tiene un papel más secundario ya que la acción recae en Fantomex y Noh-Varr. La historia sirve para enlazar con una nueva serie de Lobezno.
En general me ha gustado sobre todo porque Jason Aaron ha sabido trabajar muy bien al personaje de Logan, no solo limitándose a que vaya zurrando de acá para allá, tanto aquí como en su faceta de director de instituto (Lobezno y la Patrulla X). Y me gusta como cuenta las historias.
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