Avivada por el hype creado alrededor de esta serie y por la curiosidad que sentía decidí empezar la novela para hacerme una idea de que iba. Reconozco que aunque tiene un comienzo bastante lento, por otro lado es comprensible si tenemos en cuenta que se trata de la primera novela y tiene que presentar personajes y situaciones, me ha enganchado lo suficiente para seguir leyendo.
Pero lo que nos ocupa es la serie de la que ayer se estrenaron los dos primeros capítulos en SyFy. El caso es que estaba muy emocionada ante el estreno de esta serie y de la que tenía altas expectativas, no solo por el fandom, sino, por lo que voy leyendo. Y lo que me encuentro es otra estúpida serie de niñatos americanos.
Me bastaron cinco minutos de la serie para saber que lo que me ofrecían distaba mucho de lo que estoy leyendo. Y no me refiero al hecho de pequeñas licencias a la hora trasladar la acción a la pantalla, sino, que convierte a unos personajes misteriosos e interesantes en todos los tópicos de adolescente americano (el rarito: Quentin; la empollona: Alice o el malote (pero tierno): Penny); o al mundo mágico de Brakebills, en la típica universidad yanqui con sus fraternidades (cuando en el libro ni siquiera se dice que haya estos grupos) y juergas, donde la magia deja paso a borracheras, drogas y esas cosas típicas americanas.
Esta claro que mostrar las clases, las asignaturas, los alumnos de riguroso e impoluto uniforme (incluso siendo universitarios) paseando por los pasillos o estudiando, puede resultar demasiado aburrido para el espectador. Pero hay que recordar que Harry Potter (con la que se la suele comparar) mostraba todo esto y no resultaba aburrido. Además hay que decir que, aunque eran más light que los libros, las películas reflejaban más oscuridad y madurez que lo visto en los capítulos de ayer.
Otro hecho que me decepcionó fue el hecho que presentara al "malo" (la Bestia) y a los que se supone rivales de la escuela de magia. En mi defensa diré que aún no he alcanzado ese tamo en el libro, por lo tanto no puedo opinar de como los tratan en la serie. Pero el caso es que al presentarlos a la primera de cambio, rompe la magia al crear tensión y misterio sobre lo que aguarda a los personajes, y de paso crear emoción en el espectador.
En el libro se habla de grises: gente que parece buena pero que luego no lo es (y viceversa), de lineas difusas entre el bien y el mal; pero parece que aquí nos van a mostrar las cosas blancas o negras sin ambigüedades. Eso se nota cuando Julia, a la que no entiendo porque dan tanto protagonismo, se une al grupo de rebeldes.
En fin, un hype que se ha convertido en un bluff y es que una ha visto demasiadas estúpidas series americanas para que le cuelen un gol. Por mi parte seguiré leyendo un libro que a medida que pasa se pone más y más interesante, mientras decido sí seguir la serie (aunque sea por inercia) ya que no tiene vista de mejorar argumentalmente.